Eran viernes cerca de las cinco de la tarde, al llegar a Niquinohomo, un pintoresco municipio ubicado en el corazón de la manquesa delos pueblos. La calle centraldesprendía un olor mítico a incienso, en las esquinas vendedores bajaban de su cabeza canastos repletos de cajeta, platanitos, enchiladas y pregonaban a todo pulmón su producto con mucha picardía para llamar la atención de los compradores, mientras tanto tres chavalos con una ristra de bolsas de jocote con sal y vinagre, correteaban en la lucha de ganar mas clientes.
A las dos cuadras del calvario lugar donde hice mi primer parada, observe una pila de gente que caminaban a paso lento acompañando la imagen de Jesús de nazareno camino al calvario, su contextura es la de un hombre de unos 170 metro de altura, encorvado, con la cruz acuesta, la profundidad de su mirada, los azotes y la sangre que corre por su cuerpo se ven tan reales que un momento me hizo dudar y parecía ante mis ojos un hombre real.
La calle central estaba engalanada con doce nichos cada uno tenia una cruz de madera, y todas estaban adornadas con mucho ingenio, olorosos a corozo, chivitos y flores propias de Nicaragua, según me contó una señora cada estación representa la vía dolorosa de Jesús y cada viernes, antes de llegar a semana Santa, celebran el viacrucis penitencial conmemorando la muerte de Jesús en la cruz, según el calendario de la liturgia católica.
Fotos autoria: de Elba Regina Baltodano Pavón |
Felicidades!! muy bien logrado el escrito!!
ResponderEliminarya me siento ke estoy allí, muy detallado!! continua así!! =)